Montar a un perro en un coche nuevo o llegar a una casa nueva puede ser un bombazo si no se hace de forma correcta y tomándonos el tiempo necesario, sobre todo si el perro es inseguro o tiene miedos.
El hacerlo deprisa y sin darle tiempo a sentirse seguro dentro de ese espacio nuevo, puede traernos algunos problemas después como:
- aumento de estrés, ansiedad,
- pérdida del vínculo y de la confianza,
- que se generen más miedos, más inseguridades,
- que en futuras ocasiones no quiera subir,
- que se tumbe en el suelo y no quiera levantarse,
- que se haga pis dentro de ese espacio, etc.
Por esto y otras causas hay que habituarles poco a poco, dándoles tiempo y espacio, motivarles, no forzarles, intentar que sean ellos los que por curiosidad e interés propio quieran romper su barrera del miedo y dar el paso.
Os explico algunos de los pasos que dimos para que Winter subiera al coche nuevo en cada fotografía.